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Pinus pinea

Pino piñonero

Pino piñonero, pino doncel, pino real (cast.); pi pinyer, pi pinyoner (cat.); pinazi pinua (eusk.); piñeiro manso (gall.); pinheiro-manso (port.); stone pine, Italian stone pine, umbrella pine, parasol pine (ing.).

Autóctona

«Era el pino piñonero, que produce un piñón excelente muy estimado en las regiones templadas de América y de Europa. Aquellos piñones estaban en perfecto estado de madurez…».

‘La isla misteriosa’, Julio Verne

DESCRIPCIÓN

Este pino se caracteriza por su porte en forma de sombrilla o parasol y sus grandes piñas globosas, de 8-15 cm de largo por 7-10 cm de ancho, que aparecen sentadas sobre las ramillas. Albergan piñones también grandes, de hasta 2 cm, en los que no se aprecia un ala membranosa, a diferencia de otras especies. Alcanza los 30 m de altura y su corteza está dividida en grandes placas gruesas y rojizas. Las hojas tienen forma de acícula, salen de dos en dos y miden 10-15 cm de largo, si bien pueden llegar a los 20 cm.

ECOLOGÍA

El pino piñonero crece en formaciones con encinas, alcornoques o pinos resineros, pero más a menudo formando bosques puros con una gran cobertura, donde las copas se unen formando un dosel denso y cerrado. Prefiere la cercanía a la costa, pero no desdeña los suelos sueltos y arenosos del interior peninsular, siempre que el clima no sea muy severo. Crece desde el nivel del mar hasta los 1000 m de altitud. Como escribió Jean-Marie Pelt en Las plantas. Amores y civilizaciones vegetales: «El pino piñonero, indisociable de los paisajes mediterráneos, que nos evoca la antigua Roma, sus paisajes, sus jardines, sus foros…».

DISTRIBUCIÓN

Habita en el sur de Europa y sudoeste de Asia. En la Península está muy repartido, pero se cría naturalmente sobre todo en el centro, sur y este, si bien hay repoblaciones para su explotación en muchos lugares.

MÁS INFORMACIÓN

La principal utilidad se debe a sus piñones, que a veces alcanzan elevados precios y mantienen la economía en algunas comarcas ibéricas, donde no sólo se regula su aprovechamiento sino que está penada por ley su recogida ilegal, incluso de las piñas caídas. Se trata de una tarea muy delicada y precisa que sólo debe hacer personal especializado.

Los piñones se utilizan en la gastronomía como complemento de algunos platos de carne, pero sobre todo son un ingrediente muy apreciado en repostería.

Todos los pinos contienen piñones que se pueden comer, pero es en esta especie donde merece la pena su explotación, por su gran tamaño, abundancia y sabor, ya que en otras son muy pequeños y no tienen fines comerciales.

Por otro lado, su madera no es de buena calidad, por lo que se ha usado como leña o para hacer carbón vegetal. Los brotes tiernos contienen vitamina C. Como árbol ornamental tiene un porte esbelto y elegante.

En su Diario de Viaje a España, el geógrafo alemán Vilhelm von Humbolt, en un recorrido de Olmedo a Valladolid, describe: «Hay tramos por los que el camino atraviesa algunos bosques de pinos. Éstos tienen un aspecto muy extraño. En general, no son muy altos ni muy gruesos y no tienen ramas inferiores; sólo tienen una copa redonda arriba, si bien ésta y el bello verde jugoso proporcionan una bella vista. Sin embargo, dado que los troncos no tienen ninguna rama en la parte baja, el bosque en su parte inferior resulta muy claro y parece desértico. Es obvio que esto viene motivado por la pobreza del suelo».

Por cierto, el famoso burro Platero está enterrado bajo un pinar de pino piñonero, tal y como narra Juan Ramón Jiménez en Platero y yo.

También en el lenguaje popular hay numerosos dichos y refranes relacionados con este árbol: «Los pinos dan los piñones y las mangas los mangantes, las pepitas los melones, lo mismo ahora que antes»; «Por San Martino se coge la piña al pino». E incluso adivinanzas de la cultura popular como esta: «¿Qué es eso que tiene un abuelo alto, un padre bajito, una madre negrita y un hijo blanquito?».

El pino piñonero aparece en el catálogo de flora protegida de la Región de Murcia con aprovechamiento regulado.

Pinus era el nombre latino de los pinos, que se asignaba principalmente al piñonero y a su madera; pinea es el nombre latino de la piña.