Abedul (cast.); bedoll (cat.); urkia (eusk.); bidueiro (gall.); vidoeiro (port.); silver birch, warty birch (ing.).
«Y la alfombra es puro helecho, / Y los muros abedul, / Y la luz viene del techo / Del techo de cielo azul».
‘Odio la máscara y vicio’, José MartíLa corteza, junto con las hojas, proporciona un tinte amarillo, marrón claro o castaño rojizo muy sólido dependiendo del curtiente que se emplee.
Decía Lord Baden Powell, militar inglés fundador de los Scouts, que si alguien tuviera la necesidad de encender un fuego en condiciones extremas de frío y humedad, y en las cercanías se dispusiese de abedules, debería recurrir a su corteza. De hecho, la parte más externa blanquecina se desprende bien en tiras muy delgadas que queman mejor que el papel, aunque la humedad sea alta. Su corteza se ha usado también como ‘papiro’ para escribir y como sustituto del papel higiénico en algunos pueblos de Siberia.
Cuenta Ruiz de la Torre que para los rusos el concepto de árbol es el de abedul, por la cantidad de aplicaciones que tienen todas sus partes en aquel país.
Flora iberica distingue dos subespecies. La subespecie pendula, de la mitad norte peninsular, y la subespecie fontqueri (Rothm.) G. Moreno & Peinado, distribuida por las montañas del centro y sudeste.
Esta especie está protegida en la Comunidad de Madrid con la categoría de interés especial y la subespecie fontqueri está en los catálogos de especies amenazadas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León, y en la Lista Roja de la flora amenazada española.
Betula, nombre latino del abedul, parece ser derivado del nombre galo betu, que también le daban a la resina; pendula alude al carácter de las ramas terminales, que aparecen colgantes.