Listado de especies

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Pinus halepensis

Pino carrasco

Pino carrasco, pino de Alepo (cast.); pi blanc (cat.); Aleppo pinua (eusk.); pinheiro-de-Alepo, pinheiro francés (port.); Aleppo pine, Jerusalem pine (ing.).

Autóctona

«El pino carrasco, de aspecto delgaducho y desmadejado, que se contenta con suelos miserables y degradados, tan frecuentes en toda la cuenca mediterránea…».

‘Las plantas. Amores y civilizaciones vegetales’, Jean-Marie Pelt

DESCRIPCIÓN

Árbol que llega a alcanzar los 20 m, de tronco a menudo tortuoso, de corteza y ramillas grisáceas o blanquecinas. Las hojas salen en grupos de dos, son muy finas y alargadas, tienen forma de acícula y miden generalmente de 6-10 cm de largo por 1 mm de grosor o menos. Las piñas son pequeñas, de 4-8 cm de largo, y están sujetas por un rabillo más o menos grueso y de 1-2 cm de largo. Los piñones son también pequeños y tienen un ala que facilita su dispersión una vez que la piña madura y se abre. No obstante, en los ejemplares adultos se mantienen muchas piñas secas de otros años en las ramas, característica que nos ayuda a diferenciarlo de sus congéneres.

ECOLOGÍA

Este pino necesita climas mediterráneos, con abundancia de sol y sin exceso de lluvias o de frío. Crece bien en laderas secas, preferentemente sobre terrenos calizos o yesíferos y cercanos al litoral. Le podemos encontrar desde el nivel del mar hasta los 1000 m, aunque en algunas sierras del sur alcanza los 1600 m.

DISTRIBUCIÓN

De forma natural habita en la región mediterránea. En la Península Ibérica es más abundante en su mitad oriental y en las islas Baleares, donde es el pino que configura el paisaje en muchos lugares de la costa, si bien penetra algo al interior por los valles y zonas más bajas. No obstante se han hecho numerosas repoblaciones en otras provincias y su área de distribución queda más difusa.

MÁS INFORMACIÓN

La madera no es tan apreciada como en otras especies por su abundante resina y su porte pequeño y tortuoso, pero se ha usado para elaborar piezas no muy grandes, embalajes, aglomerados, obtener carbón e incluso resina y pez, y su corteza para curtir pieles. Es una especie excelente para restaurar, frenar la erosión y colonizar terrenos secos y pobres cercanos al litoral por su gran resistencia a la sequía.

Las islas de Ibiza y Formentera forman el grupo de las Pitiusas, que significa ‘islas de pinos’, pues allí conforman el paisaje por ser la especie más abundante. En la Grecia clásica a ese pino se le denominaba pytis, de donde deriva Pitiusas.

Esta especie aparece en el catálogo de flora amenazada del País Vasco. Asimismo, la comunidad de las Islas Baleares reconoce como endémica la var. ceciliae (A. Llorens & Ll. Llorens) Ll. Llorens ex Rosselló, Cubas & N. Torres.

Pinus era nombre latino de los pinos, que se asignaba principalmente al piñonero y a su madera; halepensis alude a la ciudad siria de Alepo, donde es abundante.