Pino de Monterrey, pino insigne (cast.); pi insigne (cat.); intsinis pinua (eusk.); piñeiro de Monterrei, piñeiro insigne (gall.); pinheiro-insigne, pinheiro-de-Monterey (port.); Monterey pine, insignis pine, radiata pine (ing.).
El principal aprovechamiento de este pino es para la obtención de pasta de papel por su rápido crecimiento, si bien se planta como ornamental, principalmente por el porte y elegancia de los ejemplares juveniles.
Una de las plagas que más afectan a los pinos en general, y en particular al pino de Monterrey, es la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa Schiff.). Se trata de una mariposa que en su fase de oruga se alimenta de las hojas. Segrega una seda con la que realiza nidos en forma de bolsones sobre las ramillas y acículas, para resguardarse de la intemperie. Al final del invierno salen de los nidos en procesión, buscan un lugar bajo el suelo para enterrarse y realizan la metamorfosis. En verano salen mariposas macho y mariposas hembra. La hembra emite una hormona de atracción sexual (feromona) que el macho detecta con sus antenas, que tienen forma plumosa. Así la localiza, la fecunda y después la hembra deposita los huevos en las ramillas de los pinos, de los que eclosionarán nuevas orugas para completar el ciclo. Dice el refrán «De la voraz oruga, los bolsones ardan en las plantaciones».
Una especie con la que se podría confundir el pino insigne es el pino canario (Pinus canariensis Sweet ex Spreng.), endémico de las islas Canarias y cultivado en la Península como ornamental. Tiene las acículas también en grupos de tres, pero mucho más largas, de 20-30 cm, y en haces con el aspecto de un plumero.
Pinus era el nombre latino de los pinos, que se asignaba principalmente al piñonero y a su madera; radiata significa ‘radial, con rayos’, por el aspecto de sus acículas.