Arce real (cast.); erable (cat.); astigar zorrotza (eusk.); bordo-da-Noruega (port.); Norway maple (ing.).
En Escandinavia y Lituania se obtienen azúcares y melazas sangrando la corteza para extraer su savia, y su madera, aparte de ser un combustible de primera calidad, es muy adecuada para trabajos de tornería por su gran elasticidad, grano fino y buen pulimento. Con ella se han elaborado vagonetas, culatas de armas de fuego y muebles. En España apenas se ha usado su madera debido a su escasez.
Afortunadamente los arces se están cultivando ahora en muchos viveros y potenciándose como plantas ornamentales, algo muy extendido en países orientales donde las especies y variedades de jardinería son numerosas. Esta especie en concreto comienza a verse con frecuencia en calles, jardines y avenidas de muchas ciudades por su buena resistencia a la contaminación atmosférica.
El arce real aparece en el catálogo de plantas amenazadas de Andorra.
Acer era el nombre romano de los arces; platanoides significa ‘parecido al plátano’, por la semejanza de sus hojas con las del plátano de paseo.