Abedul (cast.); bedoll (cat.); urkia (eusk.); bidueiro (gall.); vidoeiro (port.); downy birch, moor birch, white birch, European white birch, hairy birch (ing.).
Su madera es blanda y fácil de trabajar, apta para carpintería, tornería y la confección de diversos utensilios como mangos, cubiertos, platos, vasos e incluso calzado (galochas, zuecos o madreñas).
Las hojas en cocimiento son diuréticas: ayudan a orinar.
De su savia, extraída en primavera, se obtiene por fermentación el vino o cerveza de abedul.
Las prendas de montaña que denominamos polainas o guetres eran conocidas desde antiguo por los pastores, que usaban la corteza para fabricarlas y evitar la humedad.
Por otro lado, los indios norteamericanos conocían bien la utilidad de los abedules para elaborar canoas y cabañas con las especies que allí habitan.
El polen de abedul produce alergias y allí donde es abundante hay más gente sensibilizada.
Esta especie aparece en los catálogos de flora amenazada o protegida de Portugal, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid.
La clasificación de los abedules ibéricos es aún muy discutida por su gran variabilidad y mezcla de caracteres. A esta especie se la conoce también como Betula celtiberica Rothm. & Vasc. o Betula alba L. Con este último nombre apareció en Flora iberica, pero debido a los cambios nomenclaturales ahora se la debe denominar Betula pubescens Ehrh.
Betula, nombre latino del abedul, parece ser derivado del nombre galo betu, que también se le daba a la resina; pubescens alude a la pelosidad de sus ramillas y yemas.