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Juniperus thurifera

Sabina albar

Sabina albar, enebro, cedro de España (cast.); savina turífera (cat.); intzentsu-miterra (eusk.); Spanish juniper (ing.).

Autóctona

¿SABÍAS QUE…? Según la leyenda, parte del viaje a Valencia que hizo el Cid al ser desterrado fue a través de un bosque de sabinas, porque es un monte abierto y se pueden prever las emboscadas.

DESCRIPCIÓN

La sabina albar puede alcanzar los 20 m de altura, aunque lo normal es que apenas sobrepase los 8 m. Su corteza es gris cenicienta y el porte piramidal. Las ramillas son algo planas y ásperas al tacto, a diferencia de la sabina negral (Juniperus phoenicea L.). Están formadas por hojas en forma de escama, de un verde intenso, y que aparecen imbricadas como las escamas de los peces. Sin embargo, se pueden ver hojillas recién salidas y jóvenes que son como las de los enebros, en forma de pequeña aguja. Los ejemplares suelen tener los conos masculinos y los femeninos separados en el mismo pie de planta. El fruto (en realidad falso fruto), que se llama gálbulo, es azul oscuro o púrpura al madurar, globoso y mide de 7-8 mm. Suele tener una capa blanquecina como si tuviera polvo (pruina).

ECOLOGÍA

Este árbol sustituye a la encina allá donde el clima es más continental, es decir, la diferencia de temperaturas es mayor y la sequía más prolongada, aunque a veces convive con ella o con el pino laricio. Sus formaciones no pueden llamarse estrictamente bosques, ya que son muy abiertas para favorecer el desarrollo radical. Es indiferente al tipo de suelo, pero prefiere los calizos y se adapta muy bien a los pobres y pedregosos. Crece entre los 300 y 2000 m de altitud.

DISTRIBUCIÓN

Habita en España, Francia, Córcega y norte de África. Sus mejores representaciones se encuentran en el centro y este peninsular.

MÁS INFORMACIÓN

Los aceites esenciales de la planta, característicos de las cupresáceas, le confieren a la madera un aroma balsámico y una enorme resistencia a la podredumbre, por lo que se usa para confeccionar piezas que van a estar sometidas a la humedad, muebles y parquet, que aromatizan las casas, la ropa y ahuyentan mosquitos y polillas.

La sabina albar aparece en los catálogos de flora protegida o amenazada de las comunidades de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Madrid, Murcia y Valencia.

Flora iberica describe también para el territorio la sabina rastrera (Juniperus sabina L.), que se cría en las zonas altas de las montañas, sobre todo calizas, y como indica su nombre común es un arbusto achaparrado.

Juniperus es el nombre que los romanos daban a los enebros y a su madera; thurifera quiere decir ‘portadora de incienso’, por el aroma característico que le dan los aceites esenciales de su madera.